Acabo de pasar dos semanas viviendo con el Tronsmart Fiitune X30 y, para ser honesto, lo disfruté bastante. Es el tipo de altavoz que se sienta junto a ti en el sofá, desafiando silenciosamente tus expectativas, especialmente si lo comparas con otras alternativas más pesadas. Este es un altavoz que causa una fuerte primera impresión: diseño llamativo, construcción sólida y un volumen serio por el precio, pero no sin salvedades. Quiere jugar en las grandes ligas, apuntando a ese factor “wow” del audio espacial, pero no termina de lograrlo.

Primeras impresiones: elegante, sólido y un poco sorprendente
Controles y conectividad: familiar, con algunos fallos

Duración de la batería: sólida, pero no asombrosa

Graves y medios
Los graves son profundos, no retumbantes si los mantienes controlados. A volumen alto, sí, el suelo vibró. Pero cuando lo bajé un poco, las pistas acústicas y electrónicas se mantuvieron claras. Las voces fueron nítidas en todos los géneros: jazz, indie rock y EDM.
Los medios se mantienen articulados. Nunca sonaron confusos o apagados. Lo que noté —como esperaba— es que la perfección en todas las frecuencias solo sucede en altavoces más pequeños; aquí, con tanta potencia y configuración de drivers, una ligera aspereza aparece al máximo volumen, pero es manejable.
Los graves son profundos, no retumbantes si los mantienes controlados. A volumen alto, sí, el suelo vibró. Pero cuando lo bajé un poco, las pistas acústicas y electrónicas se mantuvieron claras. Las voces fueron nítidas en todos los géneros: jazz, indie rock y EDM.
Los medios se mantienen articulados. Nunca sonaron confusos o apagados. Lo que noté —como esperaba— es que la perfección en todas las frecuencias solo sucede en altavoces más pequeños; aquí, con tanta potencia y configuración de drivers, una ligera aspereza aparece al máximo volumen, pero es manejable.
Agudos y detalle
Los tweeters entregaron agudos claros. Llevaron platillos y texturas agudas sin sonar estridentes. Me hubiera gustado un poco más de brillo en piezas clásicas, pero por el precio no me dejó deseando otra cosa.
Los tweeters entregaron agudos claros. Llevaron platillos y texturas agudas sin sonar estridentes. Me hubiera gustado un poco más de brillo en piezas clásicas, pero por el precio no me dejó deseando otra cosa.
El “Sky Driver” y el efecto espacial
Aquí es donde las cosas se ponen interesantes. Tronsmart lo comercializa como “audio espacial”, logrado con el driver de disparo superior. En la práctica, sentí un leve efecto de altura: la música no solo se extendía de izquierda a derecha, sino también hacia arriba. No es Atmos ni algo definido por Dolby, pero sí algo extra, quizás reflejos de la habitación. Me recordó un poco a cuando los altavoces de un portátil dan una sensación de espacio: mejor, pero no impresionante.
Cuando no cumple: falta Atmos
Portabilidad y durabilidad: cumple con lo que debe

Aplicación y ajuste: básica pero funcional L
a app complementaria es funcional. Incluye preajustes de ecualización —refuerzo de graves, refuerzo de agudos y ajuste personalizado— y opción de actualización de firmware. No hay ecosistema multiroom ni integración con asistentes, así que si usas Alexa o Google Home, no encajará.
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